viernes, 7 de septiembre de 2012

DECRETO 170

El Decreto Supremo Nº 170, establece los requisitos, procedimientos, y pruebas diagnósticas con que deben ser evaluados los/as estudiantes que presentan Necesidades Educativas Especiales (NEE) de carácter transitorias, asociadas a Dificultades Específicos del Aprendizaje, a Trastornos Específicos del Lenguaje, a Déficit Atencional, o a Coeficiente Intelectual en el Rango Límite con dificultades en la conducta adaptativa. Asimismo, el Decreto 170, reglamenta los requisitos para realizar el diagnóstico a estudiantes que presentan NEE de carácter permanente, (estudiantes sordos, ciegos con discapacidad intelectual severa, disfasia severa, trastorno del espectro autista o discapacidades múltiples) que se educan en escuelas especiales que perciben la subvención incrementada. La concepción de NEE, supone un cambio conceptual profundo en la forma de entender y abordar las dificultades o barreras que experimentan.

ROL DEL PSICOPEDAGOGO

Diferencia de un maestro que focaliza en el afianzamiento de contenidos escolares, el psicopedagogo busca instalar en el niño, mediante recursos compensatorios a sus problemas de aprendizaje, estrategias eficaces que le permitan aprender en forma autónoma y eficiente.
El psicopedagogo debería ser un formador de estrategas. Por lo tanto, su labor consiste en manejar estrategias, modelarlas y mostrarlas a los niños. Un trabajo exitoso se verá reflejado en el niño que aprende en forma independiente aplicando los recursos - estrategias compensatorias sin que nadie se lo pida.
Existe un amplio abanico de estrategias para cada problemática de aprendizaje. No obstante, cada niño, según su particular perfil, se beneficiará de un determinado grupo de estrategias según sea su modalidad de aprendizaje. El psicopedagogo deberá tener la expertise suficiente para ajustar el entrenamiento a las características de cada niño.
¿Qué diferencia existe entre un psicólogo y un psicopedagogo?
El psicopedagogo no es un maestro especializado ni un psicólogo de niños. Es un profesional orientado hacia el aprendizaje de las personas. Atiende tanto a niños, adolescentes como a adultos. Muchas veces se lo asocia con la niñez, porque es un período de mucho aprendizaje.
Existen psicopedagogos dedicados al aprendizaje laboral (recursos humanos), otros orientados hacia la institución escolar (gabinete escolar) y por último los orientados al abordaje clínico-particular. El psicopedagogo clínico, busca prevenir, detectar y tratar problemas en el aprendizaje. Como profesional cuenta con recursos y herramientas que le permiten establecer un diagnóstico de las dificultades y destrezas. Ello lo hace a través de la evaluación de las distintas áreas que comprometen el aprendizaje. Para evaluar utiliza tests estandarizados que le brindan información objetiva para poder entender al paciente. Además utiliza de su experiencia y otros conocimientos para interpretar los resultados obtenidos y llegar a un diagnóstico. Luego de un diagnóstico preciso, es capaz de establecer un pronóstico y un plan de tratamiento.
El psicólogo es un profesional orientado hacia el conocimiento de la personalidad, manejo de las emociones y relaciones interpersonales. Atiende tanto a niños, adolescentes como adultos. Muchas veces los niños con problemas de aprendizaje también presentan dificultades a nivel emocional o de manejo de la conducta o autoestima. Es frecuente que un niño realice ambos tratamientos en forma simultánea. De no ser posible, el psicopedagogo cuenta con algunos recursos para acompañar el desarrollo emocional pero de una manera más superficial que el psicólogo. El psicólogo aborda las dificultades de conducta-autoestima-personalidad de modo más profundo y especializado.

DISGLOSIA


La disglosia es un trastorno que impide la adecuada articulación de los fonemas por alteraciones anatómicas y/o fisiológicas de los órganos articulatorios del habla.
¿Cómo se diagnostica la disglosia?
Se debe comprobar que las estructuras orgánicas que están implicadas en el habla son competentes, observando la forma, el tamaño y la relación entre dichas estructuras y sus funciones.
Ocurre a veces que es necesario pedir opinión a un otorrinolaringólogo, a un ortodoncista o al neurólogo para que comprueben estructuras determinadas.
Se debe tener en cuenta la forma del paladar duro y la forma y funcionalidad el paladar blando, así como observar el tamaño de las amígdalas. La movilidad del velo del paladar es un aspecto importante a tener en cuenta en la exploración de los órganos del habla, ya que interviene en el soplo y en la emisión sucesiva de los diferentes fonemas.
La forma de cierre de los dientes también es otro aspecto que hay que observar, por si puede producir un mal hábito de colocación de la lengua.
Especial atención a la forma de respirar: por la nariz o por la boca; si existieran problemas para respirar por la nariz y se hiciera una compensación con respiración bucal provocaría malos hábitos de lengua y posibles infecciones.
•           La lengua debe ser flexible y ágil, poseer una adecuada posición en reposo, durante la masticación y durante la deglución, ya que si estuviera algo alterado repercutiría en el habla
•           Los labios han de tener una estructura y una movilidad adecuada para la correcta pronunciación de diferentes sonidos, aunque en ocasiones de importante alteración resultan efectivos. No obstante, hay prestar atención a algún tipo de fisura, asimetría o cicatriz, tono muscular, movilidad…
¿Cuáles son las causas de la disglosia?
Las distintas causas que están asociadas a este tipo de patología son muchas y variadas y están ubicadas en los distintos órganos que intervienen el habla. Puede deberse a:
         Malformaciones congénitas craneofaciales
         Trastornos de crecimiento
         Anomalías adquiridas como consecuencia de lesiones en la estructura orofacial o de intervenciones quirúrgicas
         Traumatismos

SIGMUND FREUD


Sigmund Freud nació el 6 de mayo de 1856. Fue un genio y un hombre que cambió el mundo. Antes de Freud los problemas psicológicos eran vistos como problemas espirituales o físicos. Pero cuando Freud observó gente con manifestaciones físicas causadas por histeria que Jean- Martin Charcot podía eliminar a través de la hipnosis, el punto de vista psicológico nació en la mente de Freud. La causa no eran los demonios, el mal de ojo, o una bacteria, sino una motivación psicológica. La causa era invisible porque se derivaba psicológicamente como un resultado de experiencias y relaciones interpersonales.
Simung Freud nació en Freiberg pequeña ciudad de lo que hoy es Checoslovaquia. Murió en 1939, en Londres.
Sus años de experiencia psicoanalítica los realizó en Viena, donde, sin embargo, sus teorías no habrían de tener muy buena acogida durante los primeros años de su trabajo, especialmente entre los círculos médicos; a pesar de ser él mismo graduado en medicina y especialista en neurología. Sus investigaciones, sin embargo, no se centran en la medicina como tal, sino que deben su reconocimiento a la elaboración de un método: el psicoanálisis.
Abandonó pronto sus investigaciones neurológicas para dedicarse plenamente a lo llamado “estudio de los enfermos nerviosos”. Utilizó la hipnosis durante un cierto tiempo pero descartó esta técnica terapéutica tras comprobar que sus efectos sólo se mantenían mientras el enfermo permanecía bajo la hipnosis.
A principios del siglo XX, publicó La interpretación de los sueños, extenso libro donde Freud desarrollaba una tesis fundamental “los sueños no sólo son un producto psíquico desechable, como se creía hasta el momento, sino que representan un trabajo psíquico normal lleno de sentido”.
El psicoanálisis es una tradición humana, nacida en las mentes, los corazones, los conflictos personales y las luchas interpersonales de sus fundadores y contribuyentes. Es una tradición que pasa de una generación a la siguiente. Hablaré sobre estas tres generaciones de psicoanálisis.
El psicoanálisis es un conjunto de teorías y una disciplina creada en principio para tratar, enfermedades mentales, basada en la revelación del inconsciente.
El psicoanálisis busca ser también:
  • Un método de introspección y de exploración del inconsciente.
  • Una técnica terapéutica para el tratamiento de las enfermedades mentales.
  • Una técnica usada para formar psicoanalistas (es un requisito básico en la formación psicoanalítica someterse a un tratamiento psicoanalítico).
  • Un método de análisis crítico aplicable a la historia y la cultura.
  • Un movimiento que busca defender y asegurar la aceptación de la teoría y la técnica.
El psicoanálisis es considerado una ciencia por gran parte de sus defensores, mientras que sus críticos lo consideran una pseudociencia.
Freud no inventó exactamente el concepto de mente consciente versus mente inconsciente, pero desde luego lo hizo popular. La mente consciente es todo aquello de lo que nos damos cuenta en un momento particular: las percepciones presentes, memorias, pensamientos, fantasías y sentimientos. Cuando trabajamos muy centrados en estos apartados es lo que Freud llamó preconsciente, algo que hoy llamaríamos “memoria disponible”: se refiere a todo aquello que somos capaces de recordar; aquellos recuerdos que no están disponibles en el momento, pero que somos capaces de traer a la consciencia. Actualmente, nadie tiene problemas con estas dos capas de la mente, aunque Freud sugirió que las mismas constituían solo pequeñas partes de la misma.
La parte más grande estaba formada por el inconsciente e incluía todas aquellas cosas que no son accesibles a nuestra consciencia, incluyendo muchas que se habían originado allí, tales como nuestros impulsos o instintos, así como otras que no podíamos tolerar en nuestra mente consciente, tales como las emociones asociadas a los traumas.
De acuerdo con Freud, el inconsciente es la fuente de nuestras motivaciones, ya sean simples deseos de comida o sexo, compulsiones neuróticas o los motivos de un artista o científico. Además, tenemos una tendencia a negar o resistir estas motivaciones de su percepción consciente, de manera que solo son observables de forma disfrazada.
El término inconsciente es el más popular del psicoanálisis mismo. Los psicoanalistas prefieren explicarlo como una dimensión de lo psíquico, radicalmente diferenciada de la consciencia aunque vinculada con ella. La idea de inconsciente llega al psicoanálisis a través de dos caminos: la filosofía y la psicología de la época.
Freud: “Cualquier representación psíquica puede estar presente en nuestra conciencia y luego desaparecer. Y, sin embargo, puede volver a aparecer a través del recuerdo, no como otra consecuencia de la representación sensorial”. Esto equivalía para Freud, a que dicha representación había estado latente, y este hecho era una dimensión del insconsciente.
Un sujeto es sometido a un estado hipnótico durante el cual se le da una orden cualquiera: por ejemplo que beba agua. Acto seguido, se le despierta y es invitado a explicar lo que recuerda. En este momeno, la persona realiza la orden recibida en estado hipnótico, es decir, beber agua. Interrogado sobre esta acción, manifiesta que no lo sabe, aunque trata de justificarla diciendo que tiene sed.
Sin embargo, la explicación no es que tuviera sed, sino la orden de beber agua( de la que el sujeto no tiene conciencia porque es incapaz de recordar).
En el inconsciente hay que tener en cuenta los siguientes mecanismos:
Desplazamiento: movilización y cambio de lugar de una carga psíquica, un desplazamiento de la importancia de una unidad a otra.
Condensación: unión de varios elementos separados que tienen determinada afinidad entre sí.
Proyección: el sujeto proyecta sus impulsos agresivos sobre otros y luego se siente perseguido y acosado por esos mismos.
Identificación: transferencia del acento del objeto al sujeto en una manifestación general. Va de sujeto a objeto.
Características del inconsciente:
  • Ausencia de cronología: el inconsciente no reconoce pasado ni futuro, tan sólo el presente.
  • Ausencia del concepto de contradicción: no pone reparo a la existencia de sucesos antitéticos. Tampoco sabe decir que no, lo expresa en forma de símbolos.
  • Igualdad de valores para la realidad interna y la externa o supremacía de la primera.
  • Predominio del principio del placer: no soporta el displacer.
  • Dentro del sistema inconsciente es necesario tener en cuenta una porción que se halla integrada por elementos que si llegaran a ser conscientes presentarían notables diferencias con los demás, constituyendo el inconsciente reprimido. Todo lo reprimido tiene que permanecer inconsciente, pero no forma por si sólo todo el contenido de este.
La realidad psicológica freudiana empieza con el mundo lleno de objetos. Entre ellos, hay uno especial: el cuerpo. El cuerpo es especial en tanto actúa para sobrevivir y reproducirse y está guiado a estos fines por sus necesidades (hambre, sed, evitación del dolor y sexo).
Una parte (muy importante, por cierto) del cuerpo lo constituye el sistema nervioso, del que una de sus características más prevalentes es la sensibilidad que posee ante las necesidades corporales. En el nacimiento, este sistema es poco más o menos como el de cualquier animal, una “cosa”, o más bien, el Ello. El sistema nervioso como Ello, traduce las necesidades del cuerpo a fuerzas motivacionales llamadas pulsiones (en alemán “Triebe”). Freud también los llamó deseos. Esta traslación de necesidad a deseo es lo que se ha dado a conocer como proceso primario.
El Ello es la función más antigua y original de la personalidad y la base de las otras dos. Comprende todo lo que se hereda o está presente al nacer, se presenta de forma pura en nuestro inconsciente. Representa nuestros impulsos o pulsiones más primitivos. Constituye, según Freud, el motor del pensamiento y el comportamiento humano. Opera de acuerdo con el principio del placer y desconoce las demandas de la realidad. Allí existen las contradicciones, lo ilógico, al igual que los sueños.
El yo surge a fin de cumplir de manera realista los deseos y demandas del ello de acuerdo con el mundo exterior, a la vez que trata de conciliarse con las exigencias del superyó. El yo evoluciona a partir del ello y actúa como un intermediario de este y el mundo externo. El yo sigue al principio de realidad, satisfaciendo los impulsos del ello de una manera apropiada en el mundo externo. Usa el pensamiento realista característico de los procesos secundarios. Como ejecutor de la personalidad, el yo tiene que medir entre las tres fuerzas que le exigen: las del mundo de la realidad, las del ello, y las del superyó, el yo tiene que conservar su propia autonomía por el mantenimiento de su organización integrada.
El Superyó es la parte que contrarresta al ello, representa los pensamientos morales y éticos recibidos de la cultura. Consta de dos subsistemas: la conciencia y el ideal del yo. La conciencia se refiere a la capacidad para la autoevaluación, la crítica y el reproche. El ideal del yo es una autoimagen ideal que consta de conductas aprobadas y recompensadas.

TRASTORNO DEL LENGUAJE

TRASTORNO DEL LENGUAJE


El trastorno del lenguaje en los niños se refiere a problemas ya sea con:
  • Comunicar su significado o mensaje a otros (trastorno del lenguaje expresivo) o
  • Entender el mensaje proveniente de otros (trastorno del lenguaje receptivo)
Algunos niños sólo tienen un trastorno del lenguaje expresivo. Otros tienen un trastorno mixto del lenguaje receptivo y expresivo, lo que quiere decir que tienen síntomas de ambas afecciones.
Los niños con trastornos del lenguaje pueden producir sonidos y su discurso se puede entender.

Causas, incidencia y factores de riesgo

Para la mayoría de los bebés y niños, el lenguaje se desarrolla de manera natural comenzando en el nacimiento. Para desarrollar el lenguaje, un niño debe ser capaz de oír, ver, entender y recordar. Los niños también deben tener la capacidad física para formar el discurso.
Hasta 1 de cada 20 niños tiene síntomas de un trastorno del lenguaje. Cuando la causa se desconoce, se denomina un trastorno del desarrollo del lenguaje.
Los problemas con las habilidades lingüísticas receptivas comienzan generalmente antes de los cuatro años de edad. Algunos trastornos del lenguaje mixtos son ocasionados por una lesión cerebral y, algunas veces, se pueden diagnosticar de manera errónea como trastornos del desarrollo.
Los trastornos del lenguaje pueden ocurrir en niños con otros problemas del desarrollo, trastornos del espectro autista, hipoacusia y dificultades de aprendizaje. Un trastorno del lenguaje también puede ser causado por daño al sistema nervioso central, el cual se denomina afasia.
Los trastornos del lenguaje en raras ocasiones son causados por falta de inteligencia.
Los trastornos del lenguaje son diferentes al retraso en el lenguaje. Con este último, el niño desarrolla el habla y el lenguaje de la misma manera que otros niños, pero posteriormente. En los trastornos del lenguaje, el habla y el lenguaje no se desarrollan normalmente. El niño puede tener algunas habilidades del lenguaje, pero no otras; o la manera como estas habilidades se desarrollan será diferente de lo normal.

Síntomas

Un niño con trastorno del lenguaje puede tener uno o dos de los síntomas de la lista de abajo o muchos de los síntomas y pueden ir de leves a graves.
Los niños con un trastorno del lenguaje receptivo tienen dificultad para entender el lenguaje. Ellos pueden tener:
  • Dificultad para entender lo que otras personas han dicho
  • Problemas para seguir instrucciones que se les dicen
  • Problemas para organizar sus pensamientos
Los niños con un trastorno del lenguaje expresivo tienen problemas con el uso del lenguaje para expresar lo que están pensando o necesitan. Estos niños pueden:
  • Tener dificultad para juntar las palabras en oraciones o sus oraciones pueden ser simples y cortas y el orden de las palabras puede estar errado
  • Tener dificultad para encontrar las palabras correctas al hablar y con frecuencia usar muletillas como "um"
  • Tener un vocabulario que está por debajo del nivel de otros niños de la misma edad
  • Dejar palabras por fuera de las oraciones al hablar
  • Usar ciertas frases una y otra vez, y repetir (eco) partes o todas las preguntas
  • Emplear tiempos (pasado, presente, futuro) inadecuadamente
Debido a sus problemas del lenguaje, estos niños pueden tener dificultad en ambientes sociales. A veces, los trastornos del lenguaje pueden ser parte de la causa de problemas conductuales serios.


DISGRAFIA

Al igual que sucede con la dislexia, se plantea el problema de delimitar a los sujetos que presentan un trastorno de la escritura. En primer lugar nos encontramos con niños que muestran dificultad para escribir palabras con buena expresión oral; en segundo lugar, niños que escriben incorrectamente las palabras y que tienen dificultades en la expresión oral, y, en tercer lugar, niños que escriben correctamente las palabras y que tienen dificultad en la expresión oral. Los problemas con la escritura se pueden presentar a dos niveles: en la escritura con palabras o en la redacción-composición, aludiendo a problemas en los niveles superiores de organización de ideas para la composición escrita. Estas dificultades para la escritura de palabras pueden estar originadas por problemas en las rutas fonológicas (ruta indirecta, no léxica, que utiliza la correspondencia fonema-grafema para llegar a la palabra escrita) en palabras desconocidas y pseudopalabras, o en las rutas léxicas (llamadas también ortográficas, directas o visuales, que utilizan el almacén léxico-ortográfico, en el que se encuentran almacenadas las representaciones ortográficas de las palabras procesadas con anterioridad). En la redacción, los problemas pueden estar causados por la incapacidad de generar ideas, de organizarlas coherentemente o escribir utilizando correctamente las reglas gramaticales. Por último pueden presentarse problemas motores debidos a una deficiente coordinación visomotora que impide la realización de movimientos finos o problemas en los programas motores responsables de la realización de letras. La Escritura es, por tanto, una conducta muy compleja y en la que intervienen diferentes procesos y estructuras mentales, pero también factores de tipo emocional. Este complejidad ha propiciado el uso de diferentes nombres para agrupar las diversas manifestaciones del trastorno aunque guardan entre ellas una estrecha relación. 2- Disgrafía y Disortografía. a) Disgrafía Se utiliza para designar el trastorno de la escritura que afecta a la forma o al contenido y la manifiestan niños que no presentan problemas intelectuales, neurológicos, sensoriales, motores, afectivos o sociales. Como características disgráficas se señalan dos tipos de síntomas relacionados. Los primeros, denominados signos secundarios globales, comprenden la postura inadecuada, soporte incorrecto del instrumento (lápiz, bolígrafo, etc.), mala presión del mismo o velocidad de escritura excesivamente rápida o lenta. Por otra parte, los síntomas específicos, ponen su atención en elementos del propio grafismo como gran tamaño de las letras, letras inclinadas, deformes, excesivo espaciado entre letras o muy apiñadas, enlaces indebidos entre grafemas, letras irreconocibles y, en definitiva, texto de difícil comprensión. Para el establecimiento del diagnóstico de la disgrafía es necesario tener en cuenta el factor edad, dado que este trastorno no empieza a manifestarse hasta después de haber iniciado el período de aprendizaje (después de los 6-7 años). No es adecuado el diagnóstico si se realiza antes de la edad indicada. b) Disortografía Se trata de una dificultad en la escritura cuya característica principal es un déficit específico y significativo de la ortografía normalmente asociada los trastornos lectores. Cuando la disortografía aparece como déficit específico en ausencia de antecedentes de un trastorno específico de la lectura, no siendo explicado su origen por un bajo nivel intelectual ni problemas de agudeza visual o escolarización inadecuada se denomina trastorno específico de la ortografía. La disortografía presenta distintos niveles de gravedad que oscilan entre uno leve y otro grave. El grado leve se manifiesta por omisión o confusión de artículos, plurales, acentos o faltas de ortografía debido a desconocimiento o negligencia en las reglas gramaticales. Se considera grave cuando existen dificultades relacionadas con la correspondencia fonema-grafema y aparecen errores de omisión, confusión y cambio de letras, sílabas, palabras, adiciones y sustituciones.